Qué feliz que estoy de poder hacerles llegar estos testimonios!! Emigrar es un proceso diferente para cada familia, y este era un punto que me faltaba tocar! Gracias a estos testimonios, y al vivo de Instagram, van a poder empaparse del tema, y contactar con los chicos por cualquier duda!!
Gracias por el tiempo a todos para responderme y escribir esto, que estoy segura, les va a servir a muchos!
Alejandro y su familia
Vine con mi mujer y mi hija de un año casi y medio a Barcelona en abril de 2019, a los 17 tuve un accidente y desde entonces ando en silla de ruedas.
Jugué al Rugby en silla de ruedas en la selección y viajé bastante en avión, entonces no tenía temores. Había experimentado vivir en Londres también en 2012, entonces la verdad que en cuanto al plan de emigración no tenía miedos, pero ansiedad y muchas ganas de ir a España sí, por la experiencia que es buenísima. La silla por supuesto no me fue un impedimento. Trabajo en el área de sistemas, y conseguí trabajo desde Argentina. Eso me dio tranquilidad, sobre todo por los trámites (yo tengo ciudadanía italiana).
En cuanto a la organización del viaje, compramos los pasajes con anticipación, y con respecto a la silla no hay nada particular más que despacharla. Te entran con otra silla por el pasillo angosto y las 13horas se hacen eternas al no poder salir, pero por suerte viajamos de noche así que dormí.
Llegamos a un Airbnb y estuvimos ahí 3 semanas, mientras buscamos pisos y hacíamos todos los tramites. Nos costó mucho encontrar piso, sobre todo por la accesibilidad. Hay muchos edificios antiguos, con escaleras en la puerta, y los agentes inmobiliarios no se dan cuenta de esas cosas. Capaz te dicen que sí, que no hay drama, y cuando vas, en la puerta apenas llegas ya no es accesible. De 20 pisos que vimos, 1 en Les Corts era el que más o menos cumplía con todo (caro igual). También un ascensor amplio, donde pueda llevar a mi nena, y podía entrar al baño, no te digo bañarme cómodo, solo entrar! Las puertas de los baños tienen menos de 60 cm, y mi silla mide 64. Muchas veces entraba hasta el dpto. y cuando iba al baño no podía entrar. En este piso haciendo unas modificaciones y sacando unos picaportes podía entrar, pero para bañarme era muy complicado por la distribución, pero fue el único lugar que nos servía.
Después nos mudamos a Sabadell. Buscar en otro lugar también fue caótico. Después del COVID queríamos algo con piscina comunitaria, algo con más espacio. Fuimos descartando a medida que no íbamos encontrando y terminamos en Sabadell en un hermoso piso. Contentos y cómodos.
Compramos un auto también. Mi mujer canjeo la licencia rápido, pero en mi caso cuando llegue a la instancia final del proceso me dijeron que, por ser discapacitado, tenía que hacer un examen práctico. Nadie tiene que hacerlo, excepto nosotros. Para hacerlo tuve que contactar con varias escuelas de manejo donde ninguna tenía auto adaptado, hasta que conseguí una persona que tenía y tuve que pagar las clases de manejo, aunque ya tenía 14 años de experiencia. Fue un poco traumático al principio, porque para el tipo de discapacidad que tengo fue más complicado, pero pude hacer la prueba práctica y me dieron la licencia. Compramos un auto automático y lo mande a adaptar. Averiguamos varios presupuestos y lo hice en Ripollet que es súper recomendable. Al final, entre una cosa y otra, más de un año y pico.
En cuanto a la salud, el piso de Les Corts estaba a una cuadra de una ortopedia que se llama Guzman. El dueño es una persona en silla de ruedas que jugaba a básquet en silla y me asesoro un motón en cómo debía manejarme con la salud púbica y conseguir el hospital. Tenía asignado por domicilio el Hospital Clinic, pero me recomendó que pida el Vall d’Hebron, porque tiene un departamento especializado en lesiones medulares, entonces ante cualquier ulcera, una infección o problema, me iban a poder asesorar. Tuve que mandar un mail y pedir el traspaso, aunque estuviera lejos, explicando las razones y lo pude conseguir. Ahí me hacen todos los controles, es espectacular la atención. Densitometrías, análisis de sangre, orina, todo perfecto. Me llega la carta y voy. Pude conseguir un almohadón para la silla gracias a esta persona y la fisiatra del hospital. Fue un proceso largo, pero me ayudaron, ya que sale 500 euros. Me proveen las sondas todos los meses para hacerme el cateterismo intermitente y la medicación de vejiga. Lo tengo que pagar, pero es un precio simbólico, porque son 14 euros 200 sondas por mes y la medicación 35 euros cada dos meses, pero supongo que si hay algún problema de ingresos debe haber alguna ayuda.
Recomiendo hacer el “Reconocimiento a la discapacidad”. Tener la discapacidad reconocida te da beneficios, sobre todo fiscales, por ejemplo una reducción del IRPF que es como el impuesto a las ganancias, y además estando en Barcelona podía pedir Taxis adaptados diarios (con anticipación) por ejemplo para trasladarte. Si tenés auto, podes tener el símbolo de libre tránsito, estacionar y circular por más lugares, y lo bueno es que es a nivel europeo, y también te exime de impuestos en el auto. Es un trámite que tarda como 1 año, pero es retroactivo al momento que lo iniciaste.
En cuanto a la búsqueda de trabajo, como comenté más arriba, vine con trabajo desde Argentina y después cambié de empresa. Mi rubro tiene la posibilidad de cambiar bastante, y hablar ingles es una ventaja muy importante.
En mis dos trabajos anteriores iba en transporte público, y funciona de maravilla, nunca tuve problemas, capaz que alguna vez, pero esperaba el siguiente bus y ya está. Tengo entendido que alrededor del 94% de estaciones de metro son accesibles para silla, con ascensor, y todos los buses tiene rampa. Puede pasar que no funcione, pero no pasa casi nunca.
Viajamos también en el Ave, nos fuimos a Zaragoza y Andalucía, y tiene unas plazas especiales para silla. En la página no me daba la posibilidad de elegirlo, así que lo mejor es llamar por teléfono, pero el Ave esta muy bueno, te ponen una rampa o elevador y te suben, se viaja súper bien.
En cuanto a la playa nos íbamos para la costa dorada. Gavá, Castelldefels. Ambas tienen playas accesibles, con baño, con silla anfibia. No la use mucho porque me incomoda que el guardavida tiene que estar conmigo, pendiente de mí. Prefiero estar en la pasarela de madera, ver a mi hija y mojarme un poco, pero recomiendo altamente esas playas. Blanes también tiene playas accesibles, Mataró, Badalona, la verdad que está muy avanzado el tema accesibilidad y los baños.
Con respecto a las veredas y a las rampas, en Barcelona ciudad no tuve ningún problema. No se rompen, las veredas donde yo me manejaba están impecables, y con respecto a restaurantes, depende la zona, porque sobre todo en el centro son lugares son más chicos, y hay algunos que no se pueden ir. Pero en otros normal. El único problema son las pendientes. Tengo la suerte de tener una silla con unas ruedas que se propulsan, pero hay muchas pendientes y con silla manual es un poco más complicado. En los supermercados, por ejemplo en el Mercadona, hay un changuito que se puede acoplar en la silla.
En Sabadell que no es pleno centro de Barcelona, es más complicado, muchos locales tienen escalón en la puerta, incluso locales nuevos. Me sorprende porque te das cuenta que son modernos, no mas de 10/15 años, pero tienen eso. Tampoco lo estoy padeciendo, pero sí que es así.
Entrene acá en Barcelona en un equipo de Rugby en silla. Entrenaban en la Marina. Ahora son dos equipos, uno en Granollers y otro en Marina, así que pueden también hacer deporte sin problemas. Hay varis equipos en España (Zaragoza, Madrid, Valencia).
Erica y su familia
Hace dos años llegamos a España, a Mallorca.
Somos una familia de 5, mi esposo, yo y mis tres hijos, en ese momento tenían 8 años, 4 años y 1 año.
Pero nuestra historia de inmigración comenzó un año antes de llegar a Mallorca, empezamos a ver que Argentina no era más para nosotros, para nuestra situación laboral y como familia, necesitábamos calidad de vida, necesitamos un futuro diferente para nuestros hijos, y sobre todo para nuestro hijo de 4 años que tiene discapacidad, con un diagnóstico incierto, teniendo que luchar con toda la burocracia de las obras sociales, para conseguir lo que él necesitaba. Ya cansada de luchar contra el sistema, de presentar recursos de amparo y de una “falsa inclusión”.
Comenzamos a ver en dónde nos gustaría vivir (mis hijos y yo tenemos nacionalidad italiana) y en dónde nuestro hijo podría tener más posibilidades, al buscar información sobre cómo era emigrar con niños con discapacidad, no encontré información. Consulté en grupos de mamás emigrantes, pero nadie estaba en nuestra situación.
Si, a través de Instagram, pude contactarme con madres con nenes con discapacidad en España, entonces a través de ellas pude obtener información sobre cómo era la salud, la educación aquí. Pero al momento de llegar era toda una incógnita de cómo sería para él, y nos llevamos una grata sorpresa.
Por lo menos aquí en Baleares fueron muy fluidos todos los trámites, los médicos super atentos.
Algo que me preocupaba mucho antes de venir, incluso cuando llegamos, es que todas las noches tenemos que darle a mi hijo hormonas de crecimiento, en Argentina me daban por mes las dosis que alcanzaban sólo para ese mes, haciendo recetas del médico, con resumen de historia clínica todos los meses, más idas y vueltas a la obra social porque la lapicera era de un azul distinto o pequeñeces así. Entonces nos trajimos el aparato y la dosis que teníamos allá, eso alcanzaba para menos de un mes.
Con esta preocupación, viendo que se acercaba el final de las dosis que trajimos, y que todavía mi hijo no tenía su tarjeta sanitaria, porque todavía no había llegado el turno de su residencia, consultamos en el hospital. Nos dieron cita para el día siguiente con la endocrinóloga, y en ese mismo día, sin tener tarjeta sanitaria, ni nie, nos dieron dosis para 5 meses en el mismo momento. Nos mirábamos con mi marido y no lo podíamos creer!!!
El colegio también fue increíble, ingresó a un colegio (jardín) “normal” y le pusieron una acompañante sólo para él, todo el día. Ahora por su desarrollo, comenzará el siguiente ciclo en un colegio especial. Pero el colegio que iba antes, fue increíble, los padres, los nenes, los maestros, la acompañante, todo increíble, verdadera inclusión!
En cuanto a trámites más específicos, para que pueda tener todas las terapias, ayudas, etc. que él necesita, debe tener la valoración de la discapacidad. Para ello tiene que tener la residencia, nosotros en nuestro desconocimiento fuimos al SVAP (centro en dónde se valora la discapacidad) antes de tener la residencia, entonces como en ese momento no se pudo hacer, nos dieron una cita para el día siguiente de obtener la residencia de mi hijo.
Cuando llegó el día, lo vieron psicólogos, neurólogos, asistentes sociales, y dijeron que en un mes llegaría por carta a mi casa la valoración de la discapacidad, pero llegó en 10 días.
Le dieron un 84% de discapacidad, con un 43% de movilidad reducida.
Al tener más del 33% de discapacidad, se accede a algunas ayudas, y a distintas terapias, se le asignó un centro para hacer sus terapias, todas las cubre la seguridad social.
Y al tener valorada la movilidad reducida, me dio la posibilidad de ir con ese certificado al ajuntament de mi municipio, y obtener la tarjeta de aparcamiento, para poder estacionar en los lugares designados para personas con discapacidad, o no pagar el estacionamiento medido, también luego me dieron acceso a las zonas de “acire” que son las zonas en que sólo pueden circular vehículos autorizados.
No es todo color de rosa obvio, hay que hacer muchos trámites, pero todo funciona, la salud es increíble, las terapias también, hacen un seguimiento real, la educación pública es muy buena.
Inclusive le hicieron análisis genéticos, que sé que son carísimos, sin tener que pedir autorización, ni nada, sólo me hicieron firmar un papel para que puedan cotejar las muestras de sangre con otras personas en el caso que lo necesiten, y listo! así conseguimos el diagnóstico!!!!! El tiene una alteración genética que aparentemente no hay otros niños con los dos mismos genes afectados. O por lo menos no hay registro de eso todavía.
Lo más importante es que todo funciona como tiene que funcionar, y entonces eso hace que tengamos una “lucha” menos, los padres de nenes con discapacidad tenemos mil cosas extras en la cabeza, que quizás con mis otros hijos ni me las planteé, entonces al poder desligarme de pelearme con la obra social, al saber que si necesita un caminador lo tiene, que si necesita una silla especial la tiene, es una presión menos para el día a día.
Eso influye en la calidad de vida, que es lo que vinimos a buscar y lo estamos encontrando.
Quiero agradecerles por su tiempo, y estoy segura que toda esta info les va a servir a muchos!
Pueden escribirle a Alejandro, a Erica por cualquier cosa, y no se olviden que hay un vivo en el Instagram sobre esto!
Si ustedes también tienen una experiencia de emigración con discapacidad, pueden escribirme así la compartimos!